lunes, 26 de mayo de 2008

Las Ocurrencias de Jun

"Jun" es mi compañero de trabajo y amigo de muchos años - hasta compañeros de la universidad -. Es un personaje por cosas que sólo él hace y que por cosas de la vida la mayoría sólo me pasan a mí.

Resulta que un día como cualquier otro Jun tiene que salir a hacer un servicio técnico para la calle a eso de las 5 y algo y yo me quedo en la oficina. El tipo en cuestión empieza a prepararse porque cuando acabe el servicio se va directo para su casa. Baja al baño y se lava la cara, sube, mete todo lo que va a meter en su bulto, coje su bulto, coje su iPod, coje su celular, coje MÍ celular, y se va.

Yo preparándome para salir, no encuentro mi celular, lo busco y lo busco y hasta me pongo nervioso porque no lo encuentro. Me llega a la mente que talvez Jun se lo llevó. Le mando un mensaje por la página de claro al muchacho que anda con Jun y le escribo que le pregunte al susodicho que si tiene mi celular. A los dos minutos me llama Jun diciéndome que sí, que lo tiene. Imagínense como me puse.

Antes de yo salir, mi novia me llama al trabajo para decirme que va rumbo a un diplomado que estaba tomando y que se siente muy mal, y tomando en cuenta que ella tenia serios problemas de salud en esos días me preocupé muchísimo, pero como no tenia celular me la pasé preocupadísimo hasta que hablé con ella tarde en la noche cuando llegué a mi casa.

Me pasé la tarde con una combinación entre pique al borde de la locura y preocupación sin límites por la ratonada que hizo Jun.

domingo, 9 de marzo de 2008

El Día De San Valentín

14 de febrero, día utilizado para hacer lo que se supone deberías hacer todos los días con la(s) persona(s) que quieres: demostrarle el cariño que le tienes.

El día anterior a este día ya tenia todo planeado: ir al trabajo y luego para mi casa – no tengo novia ni nadie especial con quien pasar fechas como esas –.

Todo iba saliendo tal como lo planeado hasta la salida del trabajo. Me topé con una joven que conocí recientemente y que al parecer yo le agradaba tanto como ella a mí. Luego de hablar un poco – y empujado por dos panas – me atreví a invitar a la joven a pasar esa noche conmigo ya que ella tampoco tenia con quien pasar esa fecha. Ella acepta que yo vaya a su casa y pasemos un buen rato.

Arranco para mi casa a bañarme y cambiarme para subir otra vez para la ciudad. Me doy una pinta más o menos; logro que mi madre, con lo “jodona” que es – los que la conocen lo saben – me prestara su “guagua”; compro una tarjeta de llamadas para ponérsela al celular de mi hermano – el mío estaba cortado – para llamar a la joven y decirle que ya voy de camino.

A las 8 de la noche cuando la llamo me dice que está saliendo del trabajo y que tiene que estar en Multicentro Curchill hasta las 9, yo le digo que estoy saliendo para allá y que podemos juntarnos allí. Ella me dice que está bien pero que no vamos a salir de allá. Yo le digo que lo que hablamos fue de ir a su casa, y ella muy inocentemente me contesta “¿y tú estabas hablando en serio? Yo creía que era jugando que estabas”.

Después de eso se pueden imaginar lo que pasó: cojí un pique como hace mucho que no lo cojía y me quedé en el barrio dando vueltas para olvidarme de eso.

lunes, 21 de enero de 2008

No lo Haré

El sábado me dio para cortarme el pelo -los que me conocen saben a que me refiero-. Llamo a la madre de un pana que tiene un salón para que ella lo hiciera ya que es muy buena en la materia.

La llamo el sábado y me dice que no puede porque tiene un compromiso con una boda así que no puede. La llamo el domingo y ella me dice que me va a llamar para ver si puede o no. Me canso de esperar la llamada y entonces llamo yo. Nadie contesta. Arranco para el salón que queda en el ensanche La Fé (vivo en Los Alcarrizos).

En el camino voy llamando y nadie contesta. Llego al salón y oh sorpresa!!! Está cerrado y nadie contesta el teléfono (obvio), así que me devuelvo y me voy para la parada a tomar un bus. En lo que espero el bus sigo llamando a la señora al celular para ver si contesta y en efecto. Me dice que está en el salón y que está cerrado porque le duele la cabeza y se acostó un ratito.

Gracias a Dios no había tomado el bus y voy nuevamente al salón. Ella me dice que no puede recortarme porque le duele la cabeza y que si lo hace me cortaría bajito. Yo le dije que no que quería un corte que le diera algún diseño a mi pelo largo y ella me dijo que así no.

No pude hacerlo y me di cuenta de que algo más fuerte que yo no quiere que me corte el pelo, así que no lo haré (lo siento mucho a los que quieren que lo haga).

sábado, 19 de enero de 2008

El Transporte Público

Los viernes tengo clases de cinco a ocho pero como se imaginarán llegué tarde por lo del pié, el trabajo y la bola que me dan -llegué a las siete-.

Cuando voy subiendo para la Kennedy empieza a llover y me paro en el dealer de vehículos donde trabajaba anteriormente -todavía vendo vehículos por si a alguien le interesa comprar uno- a esperar que pase la llovizna. Me encuentro con un señor que va para la Gómez y le digo que me de una bola así no tengo que esperar a Aldo debajo de la lluvia por veinte minutos aproximadamente.

Vamos conversando por el camino, cruzamos por los elevados sin ningún problema a pesar de que vamos en un corolla de 90 japonés que lo único bueno que tiene es el aire acondicionado (que no se de donde lo sacaron porque los vehículos que vendemos son recién importados del 2002-2003 en adelante), hasta que bajamos el elevado de la Gasset.

Bajamos y el empieza a tomar el los carriles de la derecha para entrar a la Gómez. En eso arranca un minibús de la ruta 22-28 de debajo del puente peatonal. Al minibús se le abre la compuerta, la goma de repuesta sale del baúl y empieza a rodar por la calle. Yo le digo al señor con el que ando "cuidao' cuidao' " sin exaltarme y el frena bruscamente para no chocar la goma, hace unos cuantos zig-zag, casi lo chocan por detrás, casi lo chocan por un lado y al final el choca la goma.

Afortunadamente todo el mundo iba despacio -la goma también- y no pasa de un pelaito' al bumper delantero del corolla.

viernes, 18 de enero de 2008

Un Día De Clases Muy Original

Ayer, como todos los días, espero a mi amigo Aldo a que me pase a recoger por la Kennedy con Churchill, tengo clases de seis a ocho y él pasa a recogerme a las seis y media, como casi todos los días.

Llegamos a la uni como a las 6 y cincuenta, se estaciona cerca de la entrada y me desmonto. Cuando termino de cerrar la puerta, acabando de cerrarla, me topo de frente con una compañera de clase (de la clase de ayer). Ella me mira y se explota de la risa.

El profesor despacho a las seis y cuarenta y cinco porque tenia un compromiso -yo llegué a las 6 y cincuenta-, Aldo sale a las diez de tomar clases y mi hermana, que es la que puede pasar a buscarme y llevarme a la casa aparte de Aldo, salía de trabajar a las nueve y media.

Me pasé la noche haciendo nada esperando a que mi hermano Aldo saliera que por cierto casi me deja porque salió, no me vió y arrancó. Tuve casi que correr para alcanzarlo en la calle y que no me dejara botado (recuerden que no me podía llamar al cel porque estaba cortado, pero ya lo pagué -soy gente de nuevo-).

"Ajutate' Candita"

Un pana de la universidad, en estos días me presentó su novia, una chica muy bonita, la cual desde que me conoció solo hace mirarme para reírse porque según ella no es lo que digo, sino como lo digo.

Un día estamos en la universidad hablando y la pobre muchacha casi se asfixia porque tiene casi 20 minutos sin poder respirar bien porque solo el hecho de mirarla le causaba risa.

Yo le digo "si te casas conmigo, a los tres días te entierro. Te me mueres de la risa!!!. Tú te imaginas la luna de miel: 12 de la noche, listos para la acción. Yo salgo del baño en bóxer, me paro en frente de la cama, te miro fijamente y mientras froto mis manos como mosca te digo: Ajutate' Candita!!!. Ya esa noche no se puede hacer nada porque cada vez que yo me acerque te vas a acordar de eso y te hechas a reír de nuevo".

Eso fue todo, bastó para que cada vez que ella me vea le pase por la mente esa escena, y explotar de la risa.

Crónica De Una "Jodía" Anunciada

Me han recomendado que narre lo que me pasó con el pié, pero es una historia larga y más triste que jocosa. Pero bueh

sábado 31 de noviembre. Me voy con los panas para la playa de sin de semana, amanecida allá y toda la cosa. Todo bien ese día. Domingo 1 de diciembre, 11 y pico de la mañana. Mientras jugamos dentro del agua con una botella de vodka a ver quien se la quita al otro equipo, empiezo a caminar y algo me pica en la parte superior del pié izquierdo. Salgo gritando "c%&$, me picó un erizo". Salgo cojeando del agua e inmediatamente me entra un dolor en los dedos del pié que no soporto. Agua caliente (a punto de hervir) para el pié en lo que buscan un doctor, el cual viene como con cinco inyecciones diferente que si me las ponía entonces me iba a matar la cura... Me pasé el día con mi dolor pero en la noche llegué a mi casa sin ningún problema, hasta con zapatos puestos.

Lunes 2 de diciembre. Me levanto a las siete de la mañana con un dolor que no aguanto y llamo a mi madre para que me revise el pié (es farmacéutica), y ella me dice "tiene que dolerte, está rojo e hinchado". Esa mañana fue un solo pleito con ella ya que ella no sabía que era de amanecida que me había ido para la playa.

Al medio día voy al hospital de la diabetes en los ríos (no soy diabético, tengo una tía que trabaja allá). En emergencia me dicen que estoy desarrollando una celulitis, me recetan antibióticos y una crema y que pase al otro día a ver como sigo, por si hay que internarme.

Martes 3 de diciembre, medio día. Arranco para el hospital con el pié pero que ayer. En emergencia me reciben con la frase "hay que ingresarte" supuestamente por uno o dos días para pasarme antibiótico por vía intravenosa (por suero).

Viernes 6 de diciembre. El día anterior me dan esperanzas de que hoy me vaya. En la mañana pasan los doctores como todos lo días en su visita rutinaria y la encargada de cirugía -que es la que lleva mi caso- me dice que tengo que pasarme el fin de semana metido allá para seguir con el tratamiento no vaya a ser cosa que eso me vuelva para atrás.

Lunes 9 de diciembre. En la mañana pasan los médicos y la encargada de cirugía me mira el pié y dice "muy bien" y se va. A los cinco minutos vuelve con otra doctora y le pregunta:
-¿Que tú crees?
-Si, hay que drenarlo.

Y se van.

Al ratito llega la segunda doctora con una enfermera y una mesa que parecía sacada de la película Saw, con todos los instrumentos y frascos médicos raros. Me hacen el drene (si quieren ver el video -sí, lo grabé con mi celular- clic aquí). Y me dicen que tengo que quedarme hasta mañana para ver la reacción del pié después del drene, ya que me dejaron un hoyo en el pie porque me sacaron todo y en vez de carne lo que tenía era una gasa con un jabón medicinal dentro del hoyo para que me recogiera la impureza que se había quedado.

Martes 10 de diciembre. Viene otra doctora y sin ningún tipo de compasión me sacan la gasa que me introdujeron el día anterior, y me dicen que ya si me puedo ir. Gracias a Dios.

Luego de eso me pasé dos semanas en mi casa tirado en una cama con el pié vendado y levantado para tenerlo en reposo, y hasta el sol de hoy todavía se me hincha y se me pone rojo.